Las memorias se construyen y se olvidan permanentemente. Existe la memoria individual, que son tus recuerdos, y la memoria social.
La memoria social que es dónde se comparte una historia común con un grupo concreto de personas, es clave para crear y mantener la identidad colectiva e individual.
El aprendizaje intergeneracional es la manera en que personas de todas las edades pueden aprender juntas y unas de las otras. No se trata sólo del conocimiento, sino también de promover el acercamiento mutuo y desarrollar tanto el capital social como la cohesión social en una situación de envejecimiento de nuestras sociedades.
La diversidad social y cultural, el individualismo de nuestra sociedad, así como las nuevas tecnologías y los medios de comunicación han cambiado el rol de la familia en la trasmisión de valores culturales, éticos y sociales.
Construir y compartir la memoria social de un período o de un aspecto concreto de la sociedad es una manera de trasmitir conocimiento, actitudes y habilidades de las personas mayores a las nuevas generaciones, algo que antes tenía lugar en el contexto familiar.